Según resultados de la Encuesta Nacional en Salud y Nutrición 2006 revelan que el 5% de los niños menores de 5 años tienen bajo peso, el 12.7% presentan una talla baja y el 1.6% son niños con desnutrición aguda. Por lo que la prevalencia de estos tipos de desnutrición ha tenido una disminución partiendo de las encuestas realizadas en 1988, 1999 y el 2006.
De 1988 al 2006 la prevalencia de desnutrición aguda ha tenido una reducción del 73%. A pesar de esta disminución, siguen existiendo casos de desnutrición aguda, sobre todo en regiones donde la situación de pobreza es más extrema.
En lo que respecta a la baja talla, se puede apreciar un descenso del 60% a partir del periodo 1999-2000 en relación con el de 1988-1999. Pero esto no significa que el problema este casi resuelto ya que la prevalencia de baja talla sigue siendo elevado (1.2 millones).
La prevalencia de desnutrición ha disminuido un poco más del 15% desde la ENN 1999 a la ENSANUT 2006. Aunque la prevalencia actual es de 23.7% sigue siendo motivo de preocupación, por lo efectos adversos de esta condición sobre el desarrollo psicomotor de los niños.[1]
La desnutrición se define como una enfermedad consecuente a la falta de ingesta de alimentos o mala absorción de los nutrientes, o bien, por un gasto metabólico aumentado.
Las principales causas de ella se engloban en una subalimentación, ya sea por la cantidad insuficiente consumida o la mala calidad de los alimentos. Esto derivado de factores sociales, económicos, culturales, biológicos y ambientales.
De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana 031 “Para la Atención a la Salud del Niño”, es clasificada como aguda y crónica. En la primera hay un déficit de peso sin afectar la talla, y en la segunda, hay una disminución de peso y talla en relación con la edad.
También es clasificada de acuerdo al grado de intensidad:



Clínicamente se clasifica en:



Dentro de las manifestaciones clínicas se encuentran:
Kwashiorkor:






Marasmo:






Mixto:





Además de la deficiencia de macronutrientes, se pueden presentar algunas enfermedades, derivadas de la deficiencia de micronutrientes.
Vitamina A: su deficiencia hace más vulnerable a los niños de presentar enfermedades.
Yodo: su deficiencia está asociada a retraso mental y físico.
Vitamina B1: su deficiencia provoca beri beri
Vitamina B3: su déficit ocasiona pelagra.
Vitamina C: puede presentarse escorbuto a causa de deficiencia.
Factores de riesgo

o Abandono de la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad.
o Alimentación complementaria inadecuada.
o Hábitos alimentarios mediados por la cultura, costumbres.
o Preparación inadecuada de los alimentos.
o Intolerancia o alergias a los alimentos.

o Infecciones gastrointestinales frecuentes.
o Enfermedades crónicas.
o Defectos congénitos.

o Ingreso económico bajo.
o No disponibilidad de los alimentos.
o Baja escolaridad en los padres.

o Agua potable
o Alcantarillado
o Eliminación de desechos sólidos y líquidos.

o Medicamentos que estén alterando la absorción, utilización y eliminación de nutrientes.
Consecuencias de la desnutrición





¿Qué podemos a hacer?
Si bien es cierto, la desnutrición, continúa siendo un problema de salud pública. Actualmente en el mundo hay 200 millones de niños en edad preescolar con desnutrición. Por lo que constituye un reto para el profesional de la salud continuar danto tratamiento médico y nutricional a estos niños. Por lo que a continuación se enlistan algunas recomendaciones que pudieran contribuir a mejorar el estado nutricional del niño.
Tratamiento nutricional




Recomendaciones para mejorar el estado nutricional del niño
















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